Wednesday 27 November 2013

India

Después de pasar mis últimos días en Nepal como voluntario en un orfanato cerca de Kathmandu, haciendo algo mas de turismo y descansando un poco por Thamel, me propuse hacer el día 26 el viaje de Kathmandu a Varanasi, India.

31h de viaje sin descanso entre buses y tren. Ha sido un viaje caótico: el bus de Ktm a Sunauli, la parte nepalí de la frontera con India, tardó 11h en vez de 7 y, de hecho, no me dejó en Sunauli, sino en un pueblo anterior en el que el conductor dijo que no seguía y que me tenía que buscar la vida para llegar allí; cruzar la frontera solo y por la noche; empezar a sentirme mal nada mas pisar India, y empezar a vomitar; bus de Sunauli a Gorakhpur durante el cual mi estómago no estuvo dispuesto a retener nada. Vomitar por la ventana del bus llegó a ser hasta divertido...; buscar el tren que salía hacia Varanasi en una estación en la que había tantísima gente en el suelo que no se podía andar y, logicamente, ninguna información que indicase a donde me tenía que dirigir; tren que en vez de salir a las 23h sale finalmente a la 1, y en vez de llegar a las 6:15 llega a las 14h; sentirme débil por llevar mas de 24h sin comer.
Aunque siempre digo lo mismo: es muy dificil que las cosas salgan realmente mal. Incluso estando tan lejos de casa y habiendo "imprevistos", finalmente se encuentra el camino. Y es así que sobre las 14h del día 27 estaba en Varanasi. Conocí a una chica italiana que también viaja sola con la que compartí Riksha (bicicleta con asientos para dos personas en la parte de atrás) hasta el centro de la ciudad. Me recomendó un Lodge muy sencillo, el cual regenta una familia muy agradable y de buen corazón, justo a orillas del Ganges. Todo es muy místico aquí!

Después de volver a comer algo ayer (y no vomitarlo) y dormir bastante y bien durante la noche, me vuelvo a sentir con fuerzas para descubrir este nuevo lugar que supone la segunda etapa de mi viaje.
Supongo que cuando la gente dice que la India es un país único en el que hay que estar preparado para todo es por cosas como que ayer preguntase en el hotel por una manta, me dijesen que me la traían, quedarme frito mientras esperaba y que hoy a las 6 de la mañana alguien llamase a la puerta y al abrir era un chiquillo que venía a traerme la manta...

Un par de fotos de mis días en el orfanato. Me sorprendió encontrarme con un ambiente muy alegre y feliz allí, iba con la idea de que al ser huerfanos y niños que habían estado en la calle iba a ser todo lo contrario. Son 20 niños/as y se sienten allí como en casa, son como una familia grande. Los niños estaban muy contentos de tener a gente nueva con la que jugar y entretenerse. Querían que se les cogiese en brazos y prestase atención todo el rato. Supongo que cariño es lo único que necesitan!

Echaré de menos Nepal. Es un país tan agradable, fácil para viajar y con gente tan amigable que es imposible no amarlo. Volveré!









1 comment:

  1. Bienvenido a la India, Simón!
    Por mucho que te cuenten antes, el primer shock no te lo quita nadie, y más en tu estado.
    No tiene nada que ver con Nepal, un país muy agradable de visitar, con mucho encanto, y al que entiendo que quieras volver.
    La India se te presentará tal y como es, sin mostrar su cara amable al visitante. Pero fascinante. Disfrútala, merece la pena.

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